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2011-11-01

LA DAMA DE HIERRO


Por Luis Felipe Sexto

“Los vientos se echan sobre la torre, como para derribar a los que la desafían, y huyen por el espacio azul, vencidos y despedazados.”
José Martí, 1889


Más allá de los 300 metros de altura sobre el mundo, se empina el símbolo de Francia. Una forma de acero única que hasta la construcción del Empire State, fue la edificación más alta del universo. Una masa de 10 000 toneladas se impone en la tierra para dar cobijo a poco más de seis millones de visitantes al año. Es precisamente el lugar donde su promotor, Alexandre Gustave Eiffel, abrió una oficina para controlar personalmente el flujo y los ingresos provenientes de los entusiastas  que desde finales del siglo XIX  sentíanse atraídos por esta obra clasificada de rompeparadigmas.